Todo cristiano es un
misionero. A veces pensamos que
solamente tienen este grado aquellos que son enviados a algún lugar, pero
olvidamos que misiones no existiría si no hay quien ponga las finanzas para que
las cosas se hagan, o sin los que oran
para que el Señor abra las fronteras de esos lugares a visitar. Pero veamos esto en detalle:
LOS
QUE VAN
En Hechos 13 leemos
que el Espíritu Santo aparta a dos hombres para que vayan a las misiones
(“apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he escogido”) pues
alguien tiene que ir, de lo contrario las misiones no existen. Pablo pregunta en Romanos 10 ¿Cómo oirán si
nadie les predica y como predicarán si no son enviados? Algunos tienen un
llamado específico a una cultura en especial para lo cual necesitas estar muy
seguro y lo otro es la calidad misionera de la iglesia, con un llamado a todos
los cristianos a ser embajadores de Cristo en todo lugar. ID es el envío.
LOS
QUE ORAN
En Hechos 13 vemos
que todo comienza con la oración en una congregación. Siempre es así, todo comienza en la
oración. Pueden haber muchos
voluntarios, pero esos que van deben saber que están en la voluntad del Señor,
que obedecen a una estrategia divina, que hay un plan para ellos. Voluntarios puede haber muchos, pero ser
misionero no es simplemente ser un voluntario.
En la oración vemos el corazón de Dios con el perdido, aquí es donde
Dios toca tu corazón con aquellos que te rodean, aquí es donde te sensibilizas
con tus familiares, compañeros, vecinos, etc.
Sin oración no hay misiones.
LOS
QUE DAN
Podemos orar y tener los voluntarios, pero no
habrá envío si no existen los recursos para hacerlo. El Evangelio se mueve por aquellos que dan,
diezmos, ofrendas, aportes especiales, lo que sea apunte a que haya personas
que realicen este encargo. Miremos el
ministerio de Jesús. En Lucas 8:1 al 3
vemos mujeres que acompañaban el ministerio de Jesús para proveer lo
necesario. ¿Cómo subsistían si no
estaban realizando trabajos remunerados? Mujeres con dinero. ¿Eran pocas o muchas? Marcos 15:40-41. En Mateo 27:57 aparece José, un discípulo
rico que dispone hasta del funeral y entierro.
En el ministerio de los apóstoles 1ª Co.
9:1-14 están los que mantienen estos ministerios.
SINTETIZANDO…Todos debemos estar en algún sector de la obra de Dios, no hay excusas
¿No puedes ir porque tienes múltiples actividades y jamás tendrías el tiempo
para ir a predicar? Pues mantén la obra
con tu dinero, se generoso para que, como dice Pablo, abundes en buena obra en
la predicación del evangelio. Paga un
programa radial, de TV, regala tratados, mantén a algún siervo, se generoso con
tu ofrenda, diezma con alegría, pues ése es tu ministerio.
¿No tienes dinero pero sientes que hay un
llamado para ir a algún frente de batalla espiritual? Pues prepárate, ten buena actitud, sirve al
Señor y él te mostrará donde quiere que vayas.
¿No puedes ir, pero tampoco puedes cooperar con
dinero? Entonces cumple tu ministerio
con la oración, ora, ora y ora para que el nivel de actividad del Espíritu
Santo en tu casa, en tu ciudad, en las misiones, en la ventana 10/40, traiga
compungimiento a las almas.
¿DONDE ESTAS TÚ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario