martes, 6 de agosto de 2013

SACERDOTES PROFETAS REYES

No es ningún chiste religioso que el mismo Dios, Creador del Universo, tenga que meterse en un cuerpo humano y venir a ensuciarse los pies a las polvorientas callejuelas de un país sin ningún brillo; me imagino lo que sería Israel en esos años, si en este instante en mi ciudad Antofagasta, "la capital de la minería mundial", no se puede caminar por sus calles, llenas de hoyos y de caca de perros.  Es más que obvio que esa venida apunta a dar una clase magistral sobre lo más importante en el corazón del Señor, una enseñanza tan profunda que todo lo que vivimos hoy en la iglesia debe ser un pálido simulacro de la verdad, la cual insistimos en enseñarla como una simple demostración física de cómo se cumplen las Escrituras proféticas y, por supuesto, esta venida también apunta a darnos las herramientas necesarias para el cumplimiento de los objetivos por los cuales nacimos un día y hoy somos parte de los más de siete mil millones de seres humanos que pueblan este planeta.  Se me ocurre que la gran lección es para los varones porque Dios elige usar el cuerpo de un hombre-podía perfectamente haber venido con cuerpo de mujer, y no habría faltado en nada, supongo-, y eso debe darnos algunos  indicios de que Dios espera algo del "sexo fuerte" (lo pongo a propósito entre comillas, en tono irónico, porque de verdad que hombres verdaderos son productos en extinción).  La gran parábola del Padre fue Jesús, y al decir parábola estoy diciendo un ejemplo práctico, didáctico, de una enseñanza más abstracta y compleja, como las tres funciones que veo en él y que deben ser imitadas en cada hijo de Dios varón: sacerdote, profeta y rey:

  • Sacerdote porque habla a Dios a favor de las personas, intercede por la humanidad, es un intermediario entre la necesidad humana y el favor de de Dios.  
  • Profeta porque es un enviado de Dios con un mensaje para los hombres, un interlocutor entre los deseos del corazón de Dios y la obediencia de los seres humanos. 
  • Rey porque establece un reino, un gobierno hacia un sistema que, a todas luces, tiende a salirse de control, del orden.  
Entonces, sacerdote, profeta y rey serán los puntos que marcarán su ministerio entre los hombres.  Y creo que todo cristiano sabe cuál es el propósito de Dios: llegar a ser semejantes a Jesús.  Y, por supuesto, que el Señor mirará a cada varón para ver el cumplimiento de su objetivo como iglesia, lo cual determinará que cada varón llegue a ser un sacerdote, un profeta y un rey, que en cada lugar donde vive, se desarrolla y actúa sea un intercesor a favor de ese núcleo- llámese casa, hogar, oficina, universidad-y pida a Dios a favor de los hombres; también cumplirá en ese mismo lugar un rol profético, hablando a los hombres a favor de su Señor, señalando la voluntad de Dios y el cumplimiento de los tiempos.  Y será un rey que marcará pautas, líneas de conducta, estableciendo valores y principios a través de un ejemplo práctico, coherente con la Palabra del Señor.  Para esto es que ha venido el Espíritu Santo a capacitar a los creyentes, para darles el poder de ser verdaderos testigos, cada día, en cada momento, en cada situación.  Con amor, con empatía, con asertividad.  Tal como Jesús lo hizo en sus dias terrenales.  Ese es el verdadero rol de un hombre parado en Cristo.

jueves, 16 de mayo de 2013

DIEZ MANDAMIENTOS DE UN MACHO CRISTIANO

1.- No te teñirás el pelo de colores ni te pondrás aretes que hagan dudar de tu hombría. Si las canas te salen tan desordenadas que llaman la atención, te teñirás sólo para que dejen de mirarte.

2.-No orinarás sentado, hace mal a tu hombría y puede ocasionarte problemas con hemorroides. Aprende a levantar el asiento del WC y, si lo ensucias, déjalo limpio para el próximo que ocupe la taza del baño.

3.-No dormirás con un peluche, aunque sea recuerdo de tu niñez. Menos abrazado con él.

4.-No usarás chalitas con tiritas finas, aunque haga mucho calor. Te pondrás sandalias de correas gruesas, de un solo color.

5.-No te dejarás crecer la uña del dedo meñique, no sólo es amanerada, también "flaite".  En la antigüedad lo hacían los pichicateros para inhalar la cocaína y, como imitación, los adolescentes sin identidad.

6.-No ignorarás el fútbol, aunque tu padre no te haya enseñado a jugarlo.  Nunca es tarde para aprender a pegarle a una pelota, aunque sea a puntetes.

7.-No tendrás posters de hombres en tu cuarto, aunque sea de Messi o Nadal.  Menos de alguien que haya salido del clóset, como algún periodista de la TV chilena.

8.- No practicarás aeróbica, aunque sea parte de una estrategia evangelística en tu congregación.  En la iglesia, si aplaudes, lo harás como macho, con golpes claros y certeros, no con la punta de los dedos.

9.-No llorarás por nada, excepto cuando Dios toque tu corazón o se muera tu mamá. Jamás te emocionarás con Ricky Martin, ni Chayanne, ni menos con Village People.

10.-No tendrás gatos perfumados ni perros chicos que se tengan que llevar a la peluquería.  Si quieres un perro te conseguirás un quiltro de la calle y jamás entrará a la casa, lo criarás como macho y se ganará la comida espantando ladrones.
                                                               Pastor Rubén Rodríguez R.