“El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
-Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es LA VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es LA BONDAD, eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad no. Al contrario…
-Ah,¡vaya! La última reja es LA NECESIDAD. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces -dijo el sabio sonriendo -, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido…”
lunes, 21 de diciembre de 2015
lunes, 16 de noviembre de 2015
PADRE ES PADRE
En la crianza de los hijos debemos poner mucho cuidado, pues, en muchos casos, un pequeño desequilibrio determina conductas antisociales o muy traumáticas, especialmente cuando no estamos sanos a la hora de edificar las vidas de nuestros pequeños. Por las estadísticas que uno observa puede darse cuenta que más del 80 % de la población mundial sufrió de algún desequilibrio en la crianza, ya sea porque careció de muchas cosas y creció con heridas que crearon fuertes raíces de inseguridad o bien, por el otro lado, ese pequeño ser disfrutó de un cariño en exceso que rayó en la malacrianza de ser regaloneado en todo, y el resultado es un personaje mimado al cual todo el mundo debe rendirle pleitesía y, por ende, servirlo como a un faraón. O sea, o se encontró con un padrastro feroz y descariñado, o con un padrino irresponsable, quien le soportó todas sus niñerías. La imagen perfecta es Dios Padre, quien nos abraza con sus dos brazos donde encontramos el absoluto equilibrio para la formación de nuestro carácter. Este Padre, por un lado, nos abraza con su brazo de amor, con el cual nos dará a conocer su gracia sanadora, restauradora, motivadora, salvadora, gracia que nos llevará a su presencia con sólo creer y que nos sienta en su mesa y nos hace parte de su familia. Por el otro lado, nos abrazará con un brazo de disciplina, con la cual nos hará presente que esa gracia maravillosa no es un juego y que debemos responder como personas a las cuales se les confía algo muy delicado, que deberán cuidar siempre con esmero y dedicación. Su disciplina será la segunda fuente, junto a la gracia, que nos hará modelar un carácter responsable, maduro, asertivo, empático, etc. Desgraciadamente nuestros padres no siempre tuvieron acceso a esta verdad divina, y muchos de ellos nos criaron como se les ocurrió, como decía el autor del libro "Ayúdenme, soy padre", quien en su prólogo advertía a sus lectores: "Cuando comencé a escribir este libro acerca de la crianza de los hijos tenía tres teorías, pero no tenía ningún hijo. Al terminar de escribirlo, tengo tres hijos, y ninguna teoría". Esta falta de enseñanza o de conocimiento, de la cual adolece la inmensa mayoría de los padres, incluyendo muchos cristianos que no aplican las verdades escriturales, es una de las causantes directas del estado deplorable de nuestra sociedad, una sociedad llena de hombres que van por la vida con las heridas que les dejó una crianza inconclusa y poco sabia. Los insto, hijos de Dios que leen este pequeño blog, a revertir el estado paupérrimo de esta sociedad que colapsa a pasos agigantados; pongamos la parte que falta, con amor, con seriedad, aplicando el amor y la disciplina con la sabiduría que nuestro Padre nos ofrece a través de la maravillosa gracia de su Hijo Jesús, y de la guía diaria y permanente de su Espíritu Santo. Les abrazo confiando en que ustedes serán parte de este deseo del Padre.
Pastor Rubén Rodríguez R..
Pastor Rubén Rodríguez R..
miércoles, 7 de octubre de 2015
MACHOS INDIGNADOS
Me duele profundamente cómo la gente sin valores y sin
respeto a Dios va tomando palco en las tribunas de la sociedad (léase medios de
comunicación, política, economía, espectáculo, etc) para decirnos por dónde debemos
caminar, qué aceptar y qué no aceptar. Me
indigna tremendamente ver cómo la hombría se ha ido perdiendo de la faz de la
tierra para dar paso a un ser espiritualmente híbrido, sin sabor a nada. Pero lo
que más dolor me produce es ver cómo los que dicen ser cristianos no ejercen un
liderazgo en una sociedad que se va comiendo todo lo bueno, lo poco bueno que
aún queda por ahí. Veo una falta de
compromiso con la verdad, con la fe, con la integridad. Cristianos perezosos, esperando recibir,
recibir y recibir, pero jamás comprometiéndose con la familia, con la sociedad,
con la nación. Y el caos está por
doquier; por donde quiera que pongamos los ojos vemos que las mujeres se van
quedando solas en las congregaciones, batallando solas con el mundo que quiere
arrebatarles los hijos, ministrando solas un culto familiar a Dios,
reprendiendo solas al diablo y a los demonios que pugnan por destruir sus
mundos. ¿Y los maridos? Coqueteando en
la oficina con la secretaria o con la vecinita de turno, hechos los
"machos" o "minos", desligados absolutamente de toda
responsabilidad como padres, como sacerdotes ante Dios, como cabezas de la
familia. Hombres que se olvidaron totalmente
que la verdadera imagen de un hombre completo es la imagen de Cristo. De las mujeres infieles e incoherentes
hablaremos en otra oportunidad, pero hoy quiero hablar de la masculinidad en
retirada; en la iglesia veo miles de mujeres que se van quedando solas por el
sólo "defecto" de haber elegido ser coherentes en su vida, coherentes
con la verdad, coherentes con el compromiso y coherentes con la palabra del
Señor. ¿Pero qué digo? ¿Pobres mujeres? Benditas sean ellas. Pobres hombres,
necios (en lenguaje moderno es estúpido, imbécil, tarado), que se han ido
quedando sin Dios y, por ende, sin principios fundamentales para poder
establecer sus vidas cuando queden completamente solos, sin amigos verdaderos
(los que tienen ahora son parte de la farándula y, por lo tanto, efímeros), sin
hermanos espirituales, quienes, aunque sea a tropezones, tienen el coraje de
querer avanzar en medio de una humanidad colapsada y descreída y, lo que es
peor, solos, sin el respeto de esos hijos que han abandonado y que jamás podrán
ser seres absolutamente plenos por no haber podido contar con un verdadero
padre, sólo un dador del espermio injustamente premiado.
Un abrazo a los verdaderos machos,
Pastor Rubén
Rodríguez R.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
UN CUMPLIDOR DE PROMESAS
1. Un verdadero discípulo de Cristo se compromete a ser honesto con su vida frente a Dios.
2. Un verdadero discípulo de Cristo se compromete a construir buenas relaciones con otros hijos de Dios.
3. Un verdadero discípulo de Cristo se compromete a no practicar el pecado.
4. Un verdadero discípulo de Cristo se compromete a construir un matrimonio sólido y una familia estable.
5. Un verdadero discípulo de Cristo se compromete a trabajar en la visión y misión de su congregación, siendo generoso en su tiempo y recursos.
6. Un verdadero discípulo de Cristo es colaborador activo de su pastor, honrando su visión y su persona.
6. Un verdadero discípulo de Cristo es colaborador activo de su pastor, honrando su visión y su persona.
7. Un verdadero discípulo de Cristo rompe cualquier barrera racial o denominacional para alcanzar la verdadera unidad bíblica.
8. Un verdadero discípulo de Cristo influye en su entorno, transformando las vidas de los que llegan a conocerlo.
9. Un verdadero discípulo de Cristo es un buen ciudadano, obediente a las autoridades y respetuoso de las leyes.
10. Un verdadero discípulo de Cristo ama al pecador y usa cualquier estrategia para libertarlo de la esclavitud del pecado.
9. Un verdadero discípulo de Cristo es un buen ciudadano, obediente a las autoridades y respetuoso de las leyes.
10. Un verdadero discípulo de Cristo ama al pecador y usa cualquier estrategia para libertarlo de la esclavitud del pecado.
viernes, 24 de julio de 2015
DIEZ MANDAMIENTOS DE UN MACHO
1.- No te teñirás el pelo de colores ni te pondrás aretes que hagan dudar de tu hombría. Si las canas te salen tan desordenadas que llaman la atención, te teñirás sólo para que dejen de mirarte.
2.-No orinarás sentado, hace mal a tu hombría y puede ocasionarte problemas con hemorroides. Aprende a levantar el asiento del WC y, si lo ensucias, déjalo limpio para el próximo que ocupe la taza del baño.
3.-No dormirás con un peluche, aunque sea recuerdo de tu niñez. Menos abrazado con él.
4.-No usarás chalitas con tiritas finas, aunque haga mucho calor. Te pondrás sandalias de correas gruesas, de un solo color.
5.-No te dejarás crecer la uña del dedo meñique, no sólo es amanerada, también "flaite". En la antigüedad lo hacían los pichicateros para inhalar la cocaína y, como imitación, los adolescentes sin identidad.
6.-No ignorarás el fútbol, aunque tu padre no te haya enseñado a jugarlo. Nunca es tarde para aprender a pegarle a una pelota, aunque sea a puntetes.
7.-No tendrás posters de hombres en tu cuarto, aunque sea de Messi o Nadal. Menos de alguien que haya salido del clóset, como algún periodista de la TV chilena.
8.- No practicarás aeróbica, aunque sea parte de una estrategia evangelística en tu congregación. En la iglesia, si aplaudes, lo harás como macho, con golpes claros y certeros, no con la punta de los dedos.
9.-No llorarás por nada, excepto cuando Dios toque tu corazón o se muera tu mamá. Jamás te emocionarás con Ricky Martin, ni Chayanne, ni menos con Village People.
10.-No tendrás gatos perfumados ni perros chicos que se tengan que llevar a la peluquería. Si quieres un perro te conseguirás un quiltro de la calle y jamás entrará a la casa, lo criarás como macho y se ganará la comida espantando ladrones.
Pastor Rubén Rodríguez R.
martes, 7 de abril de 2015
¿QUE TIENE DE MALO LA PORNOGRAFIA?
La pornografía consiste en la práctica inapropiada del sexo,
su raíz es el término porneia, que describe las relaciones sexuales anormales y
el uso indebido de los órganos genitales (sexo con animales, sexo anal, sexo con impúberes, masturbación,
sexo oral, sexo con muertos, sexo con excremento, etc). En general describe la práctica del sexo que
ofende a los principios de Dios. Los
apóstoles nos enseñan que el acto sexual (koite) sea sin mancilla, sin
deshonra, en una relación legítima. La
pornografía aprueba cada una de las cosas que pueda imaginar el ser humano para
obtener placer, pero sólo basada en sus instintos primarios, soslayando
absolutamente la decencia, la moral y las buenas costumbres.
La Biblia no menciona específicamente todas estas prácticas
modernas que se ven hoy, especialmente por internet. Pero sí manda “que la
fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se
mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; tampoco
comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son
decorosas” (Efesios 5:3, 4). Cualquier forma de pornografía fomenta una visión
distorsionada del sexo y empuja a las personas a tener vivencias sexuales con
alguien que no es su cónyuge. En vez de ayudar a controlar los deseos sexuales,
estas prácticas promueven la idea egoísta de que lo único importante es
complacerse a uno mismo.
Les abrazo en Cristo.
Pastor Rubén Rodriguez
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